martes, 22 de diciembre de 2015

80 SUSTITUTOS PARA UNA EMERGENCIA

Cuando yo hacía la mili de sargento de complemento en la localidad de Tarifa recibí una orden de un Comandante del cuartel: "Viada, ha llovido mucho y el campo de futbol está encharcado; elija a cuatro hombres y seque el campo".    ¿Que seque el campo de futbol???  "¡Si, coño, que seque el campo, es una orden!"  Así que me fui a los barracones, y elegí a voleo a cuatro soldados que dormitaban la siesta (era primera hora de la tarde) y les dije: hay que secar el campo:  cada uno una fregona y un cubo, y a secar.   Me miraron a mi y se miraron entre ellos para ver si había bebido, pero hicieron lo que les ordené.    Fuimos los cinco a secar el campo que tenía un palmo de agua ya que no drenaba nada.    Al cabo de dos horas secando no habíamos secado ni 10 metros cuadrados, así que me fui a ver al Comandante y le dije "mi Comandante, necesitamos refuerzos o esto no va a poder ser".    El tio se había olvidado ya del campo de futbol así que me dijo que lo dejara, quiza convencido de lo ridículo de su orden.

La Fiscalía ha de informar cientos de miles de causas en seis meses y se me antoja que es una cosa parecida a la idea de aquel Comandante.    En lugar de cuatro, los refuerzos son de 80 fiscales sustitutos.  ¿Porqué 80?  Porque la Fiscalía lo ha calculado así y ha pedido solo ese número.    Los fiscales jefes pidieron casi 200 (que me parece una petición moderadísima), pero la Fiscalía General ha evaluado la situación y ha decidido que pediría solo 80 fiscales de refuerzo según hoy nos ha informado la Fiscal General a las asociaciones de fiscales que se han concedido a partir del día 11 de enero.

Yo hago un cálculo: si son aproximadamente y tirando por lo bajo 600.000 causas las previas vivas que hay que revisar (la Fiscalía admitía como posible 680.000); si cada fiscal de refuerzo puede despachar, digamos dedicándose a tiempo completo una media de 15 previas cada día (a mi me parecen muchísimas, pero admitamos que se puede); si eso da unas 300 previas revisadas cada mes.  Si el mandato es por seis meses pues salen 1800 previas cada sustituto durante ese periodo.   600.000 previas entre 1800 que despacha cada sustituto, darían un total de 333 sustitutos.   El cálculo es sencillo y es el que tendria que haber planteado quizá el Consejo Fiscal.  Pues no, en Fortuny dan 80.   Si las condiciones de trabajo de los fiscales fueran una prioridad seguro que el cociente les daba algo mas.  Pero no es una prioridad: recordemos que aquí no hay baremos máximos de trabajo, ni normativa de riesgos laborales, ni interés en establecerlos.  Si fuera así, evidentemente no podrían hacer con  los fiscales algo parecido a lo que el Comandante me dijo: secar el campo con cuatro tios.

miércoles, 16 de diciembre de 2015

LA APIF SOLICITA LA DIMISIÓN DE LA FGE

"Tampoco exageres, Salvador, que la Fiscalía no está tan mal", me comentaba esta mañana una compañera del TS.   No creo exagerar si digo que la Fiscalía está mal en muchos aspectos a pesar de tener como componente nuclear a dos mil y pico juristas de primer nivel que son fiscales porque tienen la vocación de serlo a pesar de lo duro que es ganar la oposición.    No exagero si digo que el atraso de la Justicia penal española, que son alrededor de 700.000 asuntos según la última Memoria del Consejo General del Poder Judicial, se ha generado porque el sistema tiene carencias de todo tipo: el proceso penal es decimonónico, contradictorio en la investigación -lo que lo eterniza-, faltan medios materiales, los sistemas informáticos son poco útiles y no están intercomunicados, faltan fiscales y personal auxiliar en la Fiscalía, los esfuerzos políticos en Justicia se han centrado básicamente en politizar de manera eficiente aquellas áreas en las que pudieran producirse problemas para los propios políticos o sus intereses.   No hay cargas máximas de trabajo establecidas ni para jueces ni para fiscales, lo que determina que no sea necesario pensar demasiado donde están los problemas más importantes para equilibrar las plantillas; no hay controles de calidad, ni de eficiencia, ni de evaluación del trabajo; los nombramientos en la Fiscalía son a dedo y sin fundamentar de manera que prima la lealtad al que nombra a otras consideraciones profesionales.    Nadie se ha preocupado de las condiciones de trabajo de los fiscales, de establecer unas retribuciones acorde con el trabajo desempeñado (es ridículo que haya fiscales de segunda categoría cobrando complemento de fiscales de tercera trabajando como de segunda, 800 euros menos cada mes): estas cosas para la Fiscalía General y para la jerarquía de la Carrera no son problemas dignos de atención o al menos para plantarse ante el Ministerio.    Así, que si, la Fiscalía creo que está tan mal como digo.  

Y en estas que estamos se produce una reforma procesal que obliga a un esfuerzo enorme a la Fiscalía, porque se le pide a la Institución que sin medios materiales ni personales añadidos en seis meses ponga al día el atraso estructural de la Justicia española.    Ni más ni menos.   ¿Y que hace la Fiscalía General ante este problema que se viene encima a muchos fiscales?   Mucho menos de lo que habría debido, en mi opinión.    Ni se advirtió de los efectos de la reforma cuando estaba cociéndose, ni se plantó ante la opinión pública, ni se empezó a preparar para lo que venía, ni se solidarizó con los fiscales que pedimos un aplazamiento de la entrada en vigor de la norma para permitir prepararnos para lo que venía.   Por el contrario, acompaña la falta de crítica política -¿quien nos puede defender frente a los políticos sino nuestro Jefe, aunque fuera perdiendo "sintonía" con el Gobierno que lo nombró?- con la exigencia a los fiscales del cumplimiento del trabajo extra (lo cifra en la revisión de 25 causas semanales por Juzgado): ¿sin baremos máximos de carga de trabajo, sin normativa de protección de riesgos laborales, sin personal auxiliar suficiente, sin Instrucción a los Letrados de la Administración de Justicia para que ayuden a la Fiscalía en esta tarea, sin posibilidad de incorporación inmediata de cientos de fiscales sustitutos de refuerzo (a los que se despidió hace unos meses), sin medios de la Fiscalía en los Juzgados, con fiscales ya sobrecargados de trabajo?.  ¿Sabe la Fiscalía General que "revisar" una causa implica precalificarla para conocer lo que falta por solicitar para poder ir a Juicio?   Y a empezar estas Navidades, que el tiempo apremia...   "No estamos tan mal, Salvador".  Pues yo creo que si, que estamos bastante mal y desprotegidos frente a ciertos abusos.  

Por eso creo que la APIF acierta en su Comunicado.   Consuelo ha sido y es una fiscal como la copa de un pino eso no está en discusión.   Pero en  la opinión profesional de la APIF (que yo comparto) no ha sido ni es la Fiscal General que necesita una Fiscalía devastada por una estructura politizada, por una jerarquía impermeable a las quejas de los de abajo del escalafón, en una Justicia desbordada por los atrasos y en el tránsito necesario a un proceso nuevo que ha de encontrar una Fiscalía con un músculo,  moral,  apertura de miras, independencia y fuerza para poder cumplir con lo que viene. 

Os dejo el Comunicado de la APIF




Desde la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales ante el Oficio recibido en el día de ayer en todas las fiscalías de España procedente de la Inspección Fiscal en el que se instaba a los Fiscales Jefes al establecimiento de un Programa de control de la revisión de las causas pendientes por parte de los Fiscales de la plantilla manifiesta:

.-Que una vez más se pone de manifiesto el absoluto desconocimiento que por parte de esa FGE se tiene del trabajo desarrollado hoy en día en las fiscalías por los diferentes fiscales, de la carga de trabajo que cada uno soporta y de los abundantes servicios que hay que cubrir.

.-Que de nuevo se pone de manifiesto la falta de derechos básicos de los fiscales de a pie y la sobrecarga añadida que se les exige desde los órganos centrales de la Fiscalía exigiéndoles que aumenten de forma gratuita y exponencial su carga de trabajo y su carga burocrática, obligándoles a rellenar cada vez más estadísticas y cuadros de control.

.-Así mismo se pone de manifiesto un gravoso desconocimiento del texto articulado de la LECR y en especial del artículo 324 en su reciente redacción. La función de instruir corresponde al Juez, como nos recordaba la Circular 5/2015, y el control de los plazos en el Juzgado corresponde a los letrados de la Administración de Justicia, sin olvidar las funciones de los fiscales que son las que son y no otras. En ningún artículo de la Ley de Enjuiciamiento criminal consta que el Fiscal deba constituirse en el Juzgado a revisar expedientes, sin mesa ni ordenador de trabajo y sin personal auxiliar alguno,  ni que los Juzgados deban remitir las causas a Fiscalía para ese pretendido impulso con la pérdida de tiempo que ello supone en el ir y venir de las mismas, cuando  existen plazos tasados de instrucción.

.-El Ministerio de Justicia no ha sacado la prometida instrucción a los Letrados de la Administración de Justicia, seguimos sin disponer ni tan siquiera de un funcionario por Fiscal para el auxilio en el trabajo diario, pero nada importa a la FGE que nos pide heroicidades sin importarle lo más mínimo la salud de sus trabajadores, todos y cada uno de nosotros.

.-Los fiscales de a pie siguen trabajando con plena dedicación y esfuerzo sin que exista estudio de las cargas máximas de trabajo, sin plan de prevención de riesgos,  sin reglamento que regule su función, sin medios adecuados y dignos para trabajar, sin personal auxiliar suficiente, con lotes de trabajo excesivos y obligados a realizar trabajo auxiliar impropio de su función y ahora se les exige un esfuerzo titánico e imposible que de poco o nada servirá salvo para lavar la cara de esta descabellada reforma.

.-En fechas navideñas y cuando se anuncian planes para facilitar la conciliación de los funcionarios de la Administración Central del Estado a los fiscales de a pie se les encomiendan funciones extraordinarias muy difíciles de cumplir, entendemos que con renuncia a los días de permiso merecidamente ganados y como única finalidad para justificar, aún más, la necesidad de que nombren y mantengan los exiguos refuerzos que se prometen de contrario y que en absoluto servirán para dar sentido a una norma de imposible cumplimiento y que desconoce absolutamente el trabajo de los Juzgados y Fiscalías españolas.

.-la revisión de las causas tiene que ser continua por parte de los Juzgados que las tienen a su disposición, el Fiscal no puede dejar a un lado sus funciones ordinarias y ponerse a controlar el trabajo de otros desde la distancia, que es lo que se pretende, camuflando la inutilidad y el despropósito de las reformas llevadas a cabo.



Por todo ello instamos a todos los Fiscales de España y en especial a los Fiscales Jefes, a que manifiesten que lo exigido en el oficio de la Inspección Fiscal de 10 de diciembre de 2015 resulta de imposible cumplimiento y que si de ello depende el nombramiento de exiguos refuerzos, apuesten decididamente por la salud de los Fiscales y renuncien a ellos.



Solicitamos igualmente de forma contundente la inmediata dimisión de la Fiscal General del Estado ante su falta de eficacia para defender las condiciones de trabajo de los fiscales y el buen funcionamiento de la Fiscalía.



Madrid a 15 de diciembre de 2015







La Comisión Ejecutiva de la APIF

jueves, 10 de diciembre de 2015

DOS CASOS

La Asociación Dignidad y Justicia, que preside el hijo de nuestro inolvidable compañero Luis Portero, acaba de quejarse públicamente  del trabajo del Fiscal Jefe de la Audiencia Nacional en relación con un caso concreto.  Pero en esa queja, critica que "durante los 10 años que han durado sus dos mandatos se han dejado languidecer 379 causas de ETA sin resolver, sin impulso procesal en su inmensa mayoría, lo que hallevado a las reiteradas quejas de Dignidad y Justicia ante el Defensor del Pueblo de España por la situación de todos esos expedientes".    Respeto a quien se queja, a quien no conozco, y en ese respeto incluyo la memoria de su padre que fue un fiscal grandioso.  Pero con esa crítica general no puedo estar de acuerdo.   Javier Zaragoza es un buen fiscal, un buen jefe y un buen tipo.    Le conozco desde hace muchos años, muchos más de los que ha estado expuesto al escrutinio público por razón de los cargos importantísimos que ha ocupado.    Estoy seguro de que muy pocos profesionales, a lo largo de los años de ser analizados en su comportamiento, podrían concitar unanimidad positiva en su trabajo por parte de quienes se ven afectados por él.   Claro que hay aspectos discutibles u opinables en el trabajo de cualquiera, hasta en el trabajo de Messi o de Ronaldo.    Pero muchos de sus compañeros vemos los aspectos profesionales de una gestión.   Nosotros vemos que, a lo largo de los años, las fiscalías de Javier mejoran; que los fiscales, en general y salvo problemas ideológicos de algunos, están contentos con su rectitud; que mantiene su criterio en situaciones complejas; que defiende el trabajo de los fiscales; que corrige errores en privado y que suele tener buen tono.     Además, en mi opinión, el trabajo que ha hecho la Audiencia Nacional en los años que Javier ha dirigido su Fiscalía podrá generar debate, pero en términos profesionales ha sido muy bueno.    Son causas complejas, en las que durante muchos años el trabajo se hacía bajo la amenaza cierta de ser víctima de atentados, en las que hay que hilar fino para evitar prescripciones y en la que se han reabierto numerosos expedientes.   No me inspira nada el corporativismo, este blog creo que acredita modestamente que si hay que criticar, se critica: pero Javier merece un respeto.

Hay otras conductas profesionales que me cuesta más entender: la apertura de diligencias preprocesales con publicidad por una Fiscalía a una candidata al Parlamento para investigar una infracción disciplinaria (según anuncia en comunicado de prensa la propia Fiscalía) cometida supuestamente antes de pedir su excedencia como juez, en pleno período electoral, me deja estupefacto.    Y que se consienta por la jerarquía, pues también.   No benefician estas cosas nada a una imagen de neutralidad política de la Fiscalía en mi modesta opinión.