Parecerá una tontería, pero me emociona la decisión del Tribunal de Luxemburgo de declarar incompatible con la normativa europea la regulación española sobre las ejecuciones hipotecarias. El Juez que tuvo el coraje -y el conocimiento- para plantear la cuestión de prejudicialidad europea es José María Fernández Seijo, y con su decisión puso en marcha un mecanismo que cambiará las reglas del juego hipotecario y los abusos de ciertas entidades financieras. Todo mi respeto por ese juez. Es cierto que antes de que esto haya ocurrido, las cifras de desahucios han sido estremecedoras, más de quinientos diarios el último semestre del año pasado. ¿No se podía haber actuado antes, en el plano legislativo, para igualar un poco las fuerzas en el proceso de ejecución? Claro que se podía, pero se prefirió no hacer nada; dejar que las cosas siguieran como estaban, con los jueces apretando los dientes al firmar sentencias sin encontrar vías de hacer Justicia. Al final el atropello lo van a arreglar los jueces, y ahora los responsables de estos abusos se hacen cruces y dicen que hay que cambiar el sistema. Algunos pensamos ahora como aquel molinero alemán, que frente a los abusos del emperador, podía decir orgulloso: "Todavía quedan jueces en Berlín".
¿Y los notarios y registradores a qué esperaban a declarar abusivas las cláusulas que se les presentaban o avisar al comprador? Su cliente era el banco.
ResponderEliminarEl sistema arancelario tiene estas cosas. Por cierto, el juez ha reconocido por la radio el mérito del abogado que lo planteó, si bien no recuerdo su nombre.
Aquí está el enlace
ResponderEliminarhttp://politica.elpais.com/politica/2013/03/17/actualidad/1363545023_410383.html