Y en estas que estamos se produce una reforma procesal que obliga a un esfuerzo enorme a la Fiscalía, porque se le pide a la Institución que sin medios materiales ni personales añadidos en seis meses ponga al día el atraso estructural de la Justicia española. Ni más ni menos. ¿Y que hace la Fiscalía General ante este problema que se viene encima a muchos fiscales? Mucho menos de lo que habría debido, en mi opinión. Ni se advirtió de los efectos de la reforma cuando estaba cociéndose, ni se plantó ante la opinión pública, ni se empezó a preparar para lo que venía, ni se solidarizó con los fiscales que pedimos un aplazamiento de la entrada en vigor de la norma para permitir prepararnos para lo que venía. Por el contrario, acompaña la falta de crítica política -¿quien nos puede defender frente a los políticos sino nuestro Jefe, aunque fuera perdiendo "sintonía" con el Gobierno que lo nombró?- con la exigencia a los fiscales del cumplimiento del trabajo extra (lo cifra en la revisión de 25 causas semanales por Juzgado): ¿sin baremos máximos de carga de trabajo, sin normativa de protección de riesgos laborales, sin personal auxiliar suficiente, sin Instrucción a los Letrados de la Administración de Justicia para que ayuden a la Fiscalía en esta tarea, sin posibilidad de incorporación inmediata de cientos de fiscales sustitutos de refuerzo (a los que se despidió hace unos meses), sin medios de la Fiscalía en los Juzgados, con fiscales ya sobrecargados de trabajo?. ¿Sabe la Fiscalía General que "revisar" una causa implica precalificarla para conocer lo que falta por solicitar para poder ir a Juicio? Y a empezar estas Navidades, que el tiempo apremia... "No estamos tan mal, Salvador". Pues yo creo que si, que estamos bastante mal y desprotegidos frente a ciertos abusos.
Por eso creo que la APIF acierta en su Comunicado. Consuelo ha sido y es una fiscal como la copa de un pino eso no está en discusión. Pero en la opinión profesional de la APIF (que yo comparto) no ha sido ni es la Fiscal General que necesita una Fiscalía devastada por una estructura politizada, por una jerarquía impermeable a las quejas de los de abajo del escalafón, en una Justicia desbordada por los atrasos y en el tránsito necesario a un proceso nuevo que ha de encontrar una Fiscalía con un músculo, moral, apertura de miras, independencia y fuerza para poder cumplir con lo que viene.
Os dejo el Comunicado de la APIF
Desde la Asociación
Profesional e Independiente de Fiscales ante el Oficio recibido en el día de
ayer en todas las fiscalías de España procedente de la Inspección Fiscal en el
que se instaba a los Fiscales Jefes al establecimiento de un Programa de control
de la revisión de las causas pendientes por parte de los Fiscales de la
plantilla manifiesta:
.-Que una vez más se
pone de manifiesto el absoluto desconocimiento que por parte de esa FGE se
tiene del trabajo desarrollado hoy en día en las fiscalías por los diferentes
fiscales, de la carga de trabajo que cada uno soporta y de los abundantes
servicios que hay que cubrir.
.-Que de nuevo se pone de
manifiesto la falta de derechos básicos de los fiscales de a pie y la
sobrecarga añadida que se les exige desde los órganos centrales de la Fiscalía exigiéndoles
que aumenten de forma gratuita y exponencial su carga de trabajo y su carga
burocrática, obligándoles a rellenar cada vez más estadísticas y
cuadros de control.
.-Así mismo se pone
de manifiesto un gravoso desconocimiento del texto articulado de la LECR y en
especial del artículo 324 en su reciente redacción. La función de
instruir corresponde al Juez, como nos recordaba la Circular 5/2015, y el
control de los plazos en el Juzgado corresponde a los letrados de la
Administración de Justicia, sin olvidar las funciones de los fiscales que son
las que son y no otras. En ningún artículo de la Ley de Enjuiciamiento criminal
consta que el Fiscal deba constituirse en el Juzgado a revisar expedientes, sin
mesa ni ordenador de trabajo y sin personal auxiliar alguno, ni que los Juzgados deban remitir las causas
a Fiscalía para ese pretendido impulso con la pérdida de tiempo que ello supone
en el ir y venir de las mismas, cuando
existen plazos tasados de instrucción.
.-El Ministerio de
Justicia no ha sacado la prometida instrucción a los Letrados de la
Administración de Justicia, seguimos sin disponer ni tan siquiera de un
funcionario por Fiscal para el auxilio en el trabajo diario, pero nada
importa a la FGE que nos pide heroicidades sin importarle lo más mínimo la
salud de sus trabajadores, todos y cada uno de nosotros.
.-Los fiscales de a
pie siguen trabajando con plena dedicación y esfuerzo sin que exista estudio
de las cargas máximas de trabajo, sin plan de prevención de riesgos, sin reglamento que regule su función, sin
medios adecuados y dignos para trabajar, sin personal auxiliar suficiente, con
lotes de trabajo excesivos y obligados a realizar trabajo auxiliar impropio de
su función y ahora se les exige un esfuerzo titánico e imposible que de poco o
nada servirá salvo para lavar la cara de esta descabellada reforma.
.-En fechas navideñas y
cuando se anuncian planes para facilitar la conciliación de los funcionarios de
la Administración Central del Estado a los fiscales de a pie se les encomiendan
funciones extraordinarias muy difíciles de cumplir, entendemos que con renuncia
a los días de permiso merecidamente ganados y como única finalidad para
justificar, aún más, la necesidad de que nombren y mantengan los exiguos
refuerzos que se prometen de contrario y que en absoluto servirán para
dar sentido a una norma de imposible cumplimiento y que desconoce absolutamente
el trabajo de los Juzgados y Fiscalías españolas.
.-la revisión de las
causas tiene que ser continua por parte de los Juzgados que las tienen a su
disposición, el Fiscal no puede dejar a un lado sus funciones ordinarias
y ponerse a controlar el trabajo de otros desde la distancia, que es lo
que se pretende, camuflando la inutilidad y el despropósito de las reformas
llevadas a cabo.
Por todo ello instamos a
todos los Fiscales de España y en especial a los Fiscales Jefes,
a que manifiesten que lo exigido en el oficio de la Inspección Fiscal de 10 de
diciembre de 2015 resulta de imposible cumplimiento y que si de ello depende el
nombramiento de exiguos refuerzos, apuesten decididamente por la salud de
los Fiscales y renuncien a ellos.
Solicitamos
igualmente de forma contundente la inmediata dimisión de la Fiscal General del
Estado ante su falta de eficacia para defender las condiciones de trabajo de
los fiscales y el buen funcionamiento de la Fiscalía.
Madrid a 15 de diciembre
de 2015
La Comisión Ejecutiva de
la APIF
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