Mi hijo me hace escuchar una conferencia muy interesante de un profesor suizo, Rolf Dobelli en la London School of Economics: el arte de pensar adecuadamente. Se analizan ahí los errores más frecuentes que interfieren en la adopción correcta de decisiones, y se hace especial referencia a un libro de Stanley Milgram, "La obediencia a la autoridad", escrito en los años 70 sobre la base de un célebre experimento realizado por el autor. El experimento quería verificar el nivel de obediencia de los ciudadanos americanos a órdenes que repugnaban a sus conciencias. Consistía en establecer hasta donde eran capaces de acceder a aplicar corriente eléctrica a otro ciudadano, sobre la base de las órdenes que el profesor les daba al efecto. La sorpresa fue mayúscula al comprobar que muy pocos rechazaban causar dolor a otros plantando cara a quien les mandaba causarlo.
Ese tipo de ensayos debería formar parte de la formación de juristas que han de ser capaces de actuar con imparcialidad en todo caso. Porque creo que dan alguna explicación a la actuación sectaria o a la aceptación mansa de la arbitrariedad. Y son cosas ante las que hay que estar en guardia.
Basándome en ese experimento escribí hace tiempo un post en ¿hay Derecho?. http://hayderecho.com/2012/01/08/civilizacion-vs-bestialidad-una-reflexion-sobre-el-experimento-de-milgram/
ResponderEliminarSaludos.
Me ha encantado su artículo, que concluye con un mensaje de optimismo. A mi, sin discutirle nada de lo que acertadamente señala, me preocupa los restos de la barbarie que perviven escondidos en la naturaleza de cada uno de nosotros, y que afloran en circunstancias en las que por la falta de vigilancia, por la ostentación de cuotas de poder, o como cita usted en su artículo, por la ausencia de responsabilidad. Un saludo y gracias
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