HISTORIAS DE UNA FISCAL DE MADRID
La vorágine en la que
nos hallamos deviene del órdago de servicios casi sin solución de continuidad
que se nos insertan no solo en un cuadro de servicios sino
en varios que de forma algo similar al sudoku, necesitan ser encajados por
los propios fiscales gracias a la ayuda y benevolencia de otros fiscal (que no
siempre pueden) y no por quien ha de organizarlos. A ello se une la dispersión
de sedes en los que ha de servir esos servicios, con constante pérdidas de
tiempo, concentración y rendimiento físico e intelectual a lo que se une la
esquizofrenia resultante de compatibilizar materias tan distintas como juicios
penales y juicios de sala, guardias
de juicios rápidos –por cierto elegidos por el policía que
realiza el atestado- guardias de 24 horas , guardias de faltas
inmediatas (elegidas por el policía
que confecciona el atestado) y las guardias de hasta 40 detenidos, donde
es las diez de la mañana (momento en que se consiguen turnar en los juzgados
los atestados aportados por la policía entre los dos juzgados de detenidos),
cuando por fin los obtenemos, repito a
las 10 de la mañana (estamos esperando desde las nueve) los atestados y
detenidos que nos corresponden. Y la
cuestión que se plantea es cómo se pueden estudiar asuntos en los que se vela
por legalizar la situación personal de un privado de libertad, si sobre las 12
de la mañana hay que bajar a calabozos con todo leído y trillado: Es así, y con presiones del juzgado como se leen con premura, para finalmente bajar en un” totum revolutum” rápidamente con
30, 35, o 40 detenidos y atestados de órdago, como desarticulación de clanes de las cañada por narcotráfico, mas
atracadores con disfraz a mano armada en joyerías, más boleros a los que hay que visitarles a las diez de la noche
en el hospital y ( todo sin comer, bueno una mísero sándwich de máquina a las 5
de la tarde, que agradezco de corazón).
Bien para finalmente terminar destrozados y volver
al día siguiente ¿frescos como lechugas?, a ¿dónde?, puede ser de nuevo
a…. (Los juzgados de Plaza Castilla:
faltas, declaraciones, exploraciones de menores), Juicios de Audiencia
Provincia ( en c/Santiago de Compostela), Juicios de lo Penal….. (en c/
Santiago de Camarillo, lunes, martes y miércoles)o bien en la misma sede de Camarillo para otro servicio donde se cubre el llamado “servicio de
permanencia”, durante ocho horas, amén
de las declaraciones en nuestro juzgado, y juicios de faltas muchas veces con
señalamientos extemporáneos sin haberse citado con antelación al fiscal ( no
como al letrado), pues existe la idea de que siempre hay uno, y no entienden
que no tenemos el don de la ubicuidad,
ni somos sus asesores a su disposición permanente. A todo ello, se une que la
otra posibilidad del día siguiente sea acudir a la correspondiente especialidad que puede ser
totalmente ajena al Derecho penal con sus correspondientes vistas y por tanto
señalamientos y el despacho de papel, por supuesto en otra sede judicial y al otro
extremo de Madrid. Ello supone una mente un tanto esquizoafectiva a la hora de
concentrar y abarcar todo lo que se supone que ha de ser ejercicio de una
justicia eficaz eficiente, con el suficiente estudio, dada la responsabilidad
inherente al servicio al que estamos
llamados, donde el justiciable no es un mero papel o número más, aunque al
final parece que nuestra función se reduce a meros tramitadores de papel donde
el numero y/o estadística predominan en nuestro riguroso quehacer. En este
sentido a todo lo anterior se une que es precisa la llevanza estadística de
todos los juicios rápidos, abreviados, y de audiencia, declaraciones ante el
juzgado, comparecencias de prisión, recursos, contestaciones de recurso, por
supuesto escritos de acusación, juicios de faltas ,recursos y ejecutorias,
internamientos, expedientes de expulsión, y las estadísticas de la especialidad
correspondiente todo ello sin solución de continuidad, con el retraso y
desconcentración que acarrea la mera contabilización de tan ingente tarea. A lo
que debe añadirse que en el despacho sede, de los tantos a los que hay que
acudir, con sus distintos ordenadores, y sillas…..se hallan esperando asuntos en
el casillero para su despacho con una paciencia honorable y digna, y que
requieren que la mente y el cuerpo de quien los ha de resolver se hallen en las
más óptimas condiciones de serenidad, lucidez, concentración para poder
despacharlos con la dignidad que merecen, con seriedad, conocimiento de la
materia, rapidez y eficiencia, que es lo mínimo que se pide en un servicio
público que lleva inherente esta responsabilidad.
La consecuencia, es
que cualquier día aterrizas de juicios de Sala, con una violación de rumana
ausente con prueba preconstituida
en videoconferencia, y sin casi testigos
directos, peleando como una jabata, más otros tantos juicios de narcotráfico, y te apresuras a
llegar al despacho, donde como Penélope, está esperando el casillero hasta
arriba,(ojo son asuntos que también precisan nuestro estudio y resolución, pero
ahí duermen esperando que salgamos corriendo de los servicios para poderlos
meter mano), pues bien esperando por fin acometerlos nos encontramos en nuestra
maravillosa mesa (gracias que la tenemos todavía) y nos
encontramos, dos presos urgentes, una expulsiones, urgentes claro, y hasta tres juicios rápidos de hace dos años
que durmieron el sueño de los justos en el juzgado, pero hete aquí que los
imputados en sede de diligencias previas
“reconocieron “ los hechos, así que dos años después se reconvierten en
“rápidos” y se señalan ¿cuándo? para mañana…..en la guardia de rápidos normal,
a la que va otro compañero y junto al resto de atestados que esa mañana se
incluyan en la guardia normal. Y al día siguiente, servicios claro ¿pero dónde?
Allí no claro, en otro extremo de Madrid,,…Así que a despacharlos lo más rápido
que se pueda, sin familia, sin hijos, sin vida propia…Por supuesto el stress es
tan solo un trastorno que nada tiene que ver con el sistema, es una mera
anomalía.
El descanso para los
justos.
Muy buen post sobre el trabajo de campo de una fiscal de Madrid. En breve les enviare, si les parece oportuno, un post de un abogado de oficio en Madrid
ResponderEliminarPues mucho ánimo a esa compañero, ella y muchos como ella dignifican la figura del fiscal con su intento de sobrevivir al caos. Quizás nunca llegue a Fiscal de Sala ni a ningún puesto parecido y se habrá dejado la piel tratando de hacer su trabajo lo mejor posible. Ojalá algún día se llegue a un racional reparto de los recursos.
ResponderEliminarQuerida compañera, gracias por abordar un tema tan importante y grave. Eso es la Fiscalia de Madrid, pero a nadie le importa. Por el contrario, los que tienen capacidad de decision, aun se permiten decir -desde el blindaje de un cargo que les garantiza un trabajo comodo y singularmente bien retribuido hasta los 75 años- que los fiscales tienen que trabajar mas y quejarse menos. Supongo que en las fiscalias donde se han ofrecido voluntarios para sustituir el panorama no es tan desolador. No podemos seguir asi. Ojala tu mensaje llegara a la ciudadania, por el bien de todos
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