Hace algo más de diez años, mi Jefe en Anticorrupción, Carlos Jiménez Villarejo fue depurado por el PP y traicionado en el Consejo Fiscal. Ese día -desde La Haya, donde vivía- me di de baja de la AF, y rompí con muchas cosas de mi pasado. Creo todavía que hice lo correcto, aunque fuera costoso en muchos aspectos, que lo fue.
Hace ahora poco más de un año, escondido en un comunicado de la AF, descubrimos que se había expulsado a un fiscal. Varios fiscales no todos de la APIF, claro, se pusieron en marcha para saber lo que había ocurrido: David Mayor, Lucía Girón, Pilar Álvarez, Luis Poyatos, Pepe Perals, Santiago García, Silvia Albert, Pepe Caballero... Hablamos con el afectado, que nos mandó los cargos (la resolución no estaba todavía publicada). Leímos varias veces la propuesta de expulsión porque no creíamos que esos cargos pudieran conllevar la expulsión. E hicimos lo correcto: le pedimos al FGE por carta abierta que no expulsara al compañero porque era una sanción absolutamente desproporcionada, si es que merecía algún castigo.
El FGE no nos hizo caso -ni siquiera nos contestó-; pero más tarde, en el Congreso de la APIF, nos dijo con toda claridad (lo cuento suavemente) que no tenían sitio en la Fiscalía quienes vulneraran los derechos fundamentales de los ciudadanos; y además que iba a elevar la propuesta de sanción tal como le había indicado el Consejo Fiscal. ¿Que podía hacer una asociación profesional en ese caso? Le dimos toda la publicidad posible al caso, mucho antes de que la sentencia de la Audiencia Nacional le diera la razón al compañero. Y promovimos una campaña entre los fiscales "Quiero más garantías", que firmaron treinta y tres fiscales, incluida una fiscal que estaba en prácticas en el CEJ cuyo gesto me emocionó. Hicimos lo correcto, aunque nos supuso enfrentarnos a la jerarquía, y experimentamos algunos una decepción sobre la solidaridad en la Carrera hacia un compañero con problemas, lo cual nos creaba dudas sobre si estábamos o no haciendo lo correcto. Sabíamos que si nos equivocábamos estábamos listos; si la Audiencia Nacional se cargaba al compañero, nos íbamos nosotros por el camino del descrédito y hasta de la burla: pero si, hicimos lo correcto.
Más tarde el compañero, después de no cobrar durante muchos meses, de verse privado de asistencia médica para su hijo de un año, ganó el pleito y lo ganó por goleada. En la APIF pedimos la dimisión del Consejo Fiscal en pleno, y debatimos si el FGE, a la vista de lo que nos había dicho en el Congreso, no tenía también que irse. Hicimos lo correcto, pero otros callaron. No solo eso. El silencio de la UPF no puede compararse con el comunicado de los vocales de la AF en lo que se refiere a este caso. Nos dicen los vocales de la AF:
Somos conscientes de que el informe favorable emitido por el Consejo Fiscal para la separación de la carrera de un compañero en el marco de un expediente disciplinario ha sido objeto de mucha controversia. Desde el respeto que merecen todas las resoluciones judiciales, no podemos compartir una decisión que supone desconocer algunos principios básicos del funcionamiento del Ministerio Fiscal. En todo caso, la sentencia deja claro que no se ha producido indefensión material alguna en la tramitación del expediente, y que la actuación del Consejo fue ajustada a la normativa vigente. Lamentablemente, el carácter reservado de esta materia nos impide ofrecer más información sobre los hechos que se nos sometieron a nuestra consideración y que eran verdaderamente insólitos. Nosotros mantendremos ese compromiso de confidencialidad, aunque ello nos impida rebatir las insidias que se han transmitido por algunos que actúan como “pescadores en río revuelto”
Ese párrafo fue respondido por el padre del afectado, un egregio profesor universitario al que tuve el honor de conocer durante el transcurso de este penoso episodio. No puedo mejorar su respuesta que va muy por delante de mi talento, pero si quiero señalar que -en mi opinión- la actitud de cerrazón que destila ese escrito es incompatible con el buen trato que se debe a los fiscales desde el Consejo Fiscal por parte de sus representantes. No creo que eso sea hacer lo correcto.
Hacer lo correcto muchas veces no es fácil. No lo es cuando se trabaja en una estructura absolutamente jerarquizada, en la que si hay abusos con los compañeros no se hacen públicos y en la que hay dos grupos de fiscales que llevan jugando mucho tiempo a ver quien saca más tajada sin importar los daños colaterales. Hacer lo correcto puede señalarte frente a quien manda, puede distinguirte como conflictivo, y ¡ay si te equivocas! Entonces, haber hecho lo correcto puede ser muy oneroso. Sin embargo, hacer ahora lo correcto es la única manera (la única) de sacar a la Fiscalía del foso en el que está, de abrir las ventanas, de luchar por la despolitización de la institución, de ayudar a los fiscales a pelear contra la corrupción, de propagar el buen compañerismo y de dejar de ofender a los fiscales con decisiones humillantemente arbitrarias. Hacer lo correcto hoy es -con coraje- intentar cambiar las cosas. Intentar cambiar una Fiscalía fosilizada, en la que ya no importa que gobierne el PP o el PSOE, siempre es lo mismo. Una Fiscalía que constantemente adopta posiciones que nos cuesta entender desde fuera de la jerarquía a los profesionales. Una Fiscalía que se pliega como un junco cuando se trata de eliminar un centenar y medio de fiscales contratados y de cargar su trabajo sobre los que se quedan. Una Fiscalía que no va a cambiar por impulso de los políticos (al revés, está donde ellos quieren que esté), sino que solo lo hará porque los fiscales de uno en uno harán lo correcto. Ahora es un momento muy importante, de esos en los que se puede cambiar el curso de las cosas: pedimos apoyo a los fiscales para luchar por que se haga en la Fiscalía lo correcto.
El jueves la mayoría de los fiscales votaremos por tu candidatura. Ya tenemos los ojos abiertos y noqueremos que sigan abusando de nosotros. También desde el foro Facebook seguiremos marcando el camino. Gracias porque vosotros Sí vais a cambiar las cosas
ResponderEliminarSalvador, me encanta tu blog. Me devuelve la fe en la carrera.
ResponderEliminarGracias, Ana. Desde que escriben mas fiscales me gusta a mi mucho mas. Si un dia te apetece, adelante
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con la mayoría del artículo, pero no respecto al tema de los fiscales contratados. El haber opositado a la carrera, y suspendido reiteradamente, no creo que sea ningún mérito... Y lo digo con todo respeto hacia los interesados.
ResponderEliminarPienso que la alta función de la fiscalía se preserva mejor con funcionarios de carrera, que con personal contratado, que tienen que hacer lo que les dice el fiscal jefe correspondiente, si quieren conservar el trabajo... Esa es la realidad, y lo sabemos todos.
Os deseo a los cinco toda la suerte del mundo en estas elecciones. Y no por la defensa a ultranza que hicisteis de mí en su momento. Lo digo por vuestra presencia constante en el foro, por haber sido los únicos en hacer un vídeo de campaña (una asociación en ambas cosas desaparecida y de la otra dos candidatas han incidido en estas cosas; luego se nos quiere llevar a la edad de la tecnología en esta casa), por vuestra defensa de los sustitutos o, en su caso, la creación de más plazas para jóvenes que lo pasan tan mal durante la oposición, por la creación de un programa 100% profesional (mientras otros se dedican a hablar de aborto y otra serie de cosas que nada tienen que ver con un programa a Consejo Fiscal). Una campaña en la que habéis carecido de medios para hacer desplazamientos a fiscalías en igualdad de condiciones a los otros competidores; sin seguros y otras entidades que os respaldasen económicamente. En fin, espero que con todo esto y la ilusión que me consta habéis generado, el electorado os respalde mañana. Mucha suerte y muchas gracias.
ResponderEliminar¡Ah! Por cierto, muy buen artículo el de hoy en ¿Hay Derecho?
ResponderEliminarhttp://hayderecho.com/2014/02/05/fiscalia-y-consejo-fiscal/
Copio un comentario que ha dejado un alto mando de la Guardia Civil en google + porque creo que es muy interesante:
ResponderEliminar"Se ha perdido en este país algo tan importante como el honor. Y, sin honor, no hay dignidad. Y sin dignidad, el concepto de ser humano se desvanece... He leído y he comprendido. Ahora entiendo por qué, cada escrito tuyo me parece de interés y por qué cada posicionamiento que tomas es compartido por mi forma de afrontar mi rol social.
¡Ánimo y honor!"
A poco menos de doce horas para la apertura, y otras tantas para el cierre, os deseo lo mejor.
ResponderEliminarSi vuestro proyecto sale adelante, habréis roto moldes, y volcado del revés, el planteamiento de las otras asociaciones, muy especialmente, una.
Llevo años leyendo y disfrutando de este blog en silencio, y así pienso seguir, después de puntualizar una cuestión seguro menor.
ResponderEliminarDon Antonio García Gómez: está usted en lo cierto cuando dice, con respecto a los fiscales contratados que "...el haber opositado a la carrera, y suspendido reiteradamente, no creo que sea ningún mérito". Estoy en disposición de confirmar que nunca se ha baremado como mérito para ingresar en la bolsa de fiscales sustitutos el haber opositado y suspendido, aun en el caso de haberse "acometido" tal hazaña dos o más veces.