domingo, 23 de julio de 2017

VOCALES DEL CONSEJO FISCAL Y REUNIONES CON LAS ASOCIACIONES

Estoy un poco harto de ciertos hábitos que los vocales electos en el Consejo Fiscal tienen en su relación con las asociaciones que les proponen.   Si esas relaciones tuvieran únicamente por objeto canalizar a través del CF las aspiraciones de mejora profesional de los fiscales, las mejoras salariales, las mejoras en medios materiales o las injusticias que se padecen por muchos fiscales en repartos, en concursos de traslado o en retribuciones, pues yo diría que está bien.  Pero visto que en el CF ese tipo de cosas parece que importan menos y que las notas informativas de las asociaciones (sobre todo la AF, no recuerdo esta práctica publicitada por la UPF recientemente) se extienden justificando nombramientos pues creo que hay que decir algo.     Los vocales del CF, según su Reglamento, no están sometidos mandamiento vinculante alguno, y les vota toda la carrera se supone para que nos defiendan a todos.   Esos encuentros en los que se explica públicamente, como si eso nos favoreciera a todos, que se han reunido con los vocales de su asociación y en las que les explican cuales son los candidatos de su preferencia me parecen son como poco una intromisión ética que yo reputo intolerable para los vocales (me sorprende que estos acepten ese tipo de reuniones en las que se les proponen y discuten nombres y currículums cuando sus lealtades no han de estar con las asociaciones sino con los electores y de entre ellos con los mejores curriculums para cada puesto).   Para cosas como estas se estableció el delito del art. 428 del Código Penal.   Pero sobre todo, me parece increíble hasta donde ha llegado la falta de respeto hacia el resto de los fiscales por parte de sus representantes.

miércoles, 19 de julio de 2017

¿TRABAJAMOS PARA LOS BUENOS?

Son tantas las cosas que ocurren en la Fiscalía que uno no debería sorprenderse, pero es que lo del ascenso del Fiscal Jefe de Las Palmas a la plaza de teniente fiscal de la Secretaría Técnica, caliente todavía la sentencia que considera que vulneró los derechos fundamentales de una candidata al Congreso en periodo electoral, me deja otra vez con la boca abierta.   A veces me pregunto si la Fiscalía no la manipula desde fuera algún invisible "señor oscuro" con unas reglas ocultas.   Nada puede probarse, pero veamos algunos datos:

1) El 23 de noviembre de 2015 llega un documento anónimo a la Fiscalía de Las Palmas, del que la Fiscalía deduce que Victoria Rosell, juez en excelencia desde hace un mes y candidata de Podemos al Parlamento, podía haber cometido una infracción disciplinaria.
2) Para averiguar si es cierto se incoan en la Fiscalía Diligencias informativas, que tienen un contenido sustantivo importante, con aportación de grabaciones, testificales, documentos, etc..
3) El día 2 de diciembre, Victoria Rosell va a la Fiscalía a ver que pasa, que se ha enterado por la prensa, y le confirman la investigación pero no le dejan copia de las actuaciones.
4) A partir del día 3 aparecen en la prensa nacional y local informaciones y artículos de opinión sobre "la investigación de la Fiscalía a la candidata de Podemos": sin duda, la noticia deseada por cualquier candidato a unas elecciones a cuenta de la Fiscalía.
5) El día 4 de diciembre -después de las noticias filtradas- la Fiscalía informa a la opinión pública de que está investigando una infracción disciplinaria a la Juez.
6) El día 5 comienza la campaña electoral.
7) El día 11 se acuerda la suspensión de las Diligencias de la Fiscalía por el TSJ de Canarias,  pero ya es tarde, porque ese mismo día la Fiscalía las da por concluidas y las envía al CGPJ, competente para las sanciones disciplinarias de los jueces.
8)  El día 18 acaba la campaña electoral.

Se perfectamente, como todos los que trabajamos en la Fiscalía, que el periodo electoral es un periodo de ralentización de causas que afectan a políticos y a candidatos, con la finalidad de interferir lo menos posible en las elecciones.   Pues en este caso ocurrió lo contrario.   La APIF se escandaliza entonces, y pide la dimisión o el cese del Fiscal Jefe, y la Fiscalía General, dirigida entonces por Consuelo Madrigal, no contesta y mantiene al Fiscal Jefe.

Cuando el 7 de marzo de 2016 el TSJ de Canarias resuelve que se han vulnerado varios derechos constitucionales de la afectada, tampoco hay reacción alguna de la Fiscalía General, todavía dirigida por Consuelo, salvo la de recurrir la sentencia.

Uno en esa situación no puede por menos que pensar que el Fiscal Jefe de Las Palmas actúa concertadamente o a las órdenes de la Fiscalía General, dado que en la Fiscalía incluso  la apariencia de desobediencia se hace pagar muy cara, y si no que le pregunten a un joven Fiscal aragonés cómo  se lo hizo saber el ya ex Fiscal Jefe de Las Palmas desde su puesto en el Consejo Fiscal.

Si no hay reproche, sanción disciplinaria, remoción o nota de prensa, es que todo está en orden, es decir que la Fiscalía estaba de acuerdo.

Ahora, el Tribunal Supremo revoca parcialmente la sentencia del TSJ pero sigue reprochando a la Fiscalía que vulnerara los derechos a un justo proceso de la Sra. Rosell, con un fundamento jurídico que dice:

“es suficiente a efectos de este procedimiento de derechos fundamentales entender que las diligencias preprocesales practicadas, en los extremos que hemos indicado, menoscabaron con su realización la plena efectividad del derecho fundamental  un procedimiento con todas las garantías ( artículo 24.2 CE ) al invadir aspectos esenciales del procedimiento disciplinario reservado al CGPJ y vulnerar el derecho de defensa, y, en consecuencia, deben ser declaradas nulas en los términos razonados”.

Es evidente que la situación de ese Fiscal Jefe en Las Palmas, en este momento es insostenible.  Pero en lugar de que la institución mostrara algún tipo de reproche al afectado, va y lo premia.   Yo no lo entiendo: si alguien hace algo contrario a los hábitos de la Fiscalía (esté bien o mal, en campaña electoral la Fiscalía es muy prudente; además, no recuerdo un caso en investigar en la Fiscalía a un Juez por una infracción disciplinaria); y por si fuera poco, lo hace tan mal que la Fiscalía es condenada en los Tribunales, pues ¿como es que se le promociona?  ¿Es eso mérito y capacidad?  No lo creo.  Pero si el tema es que se confía en ese Fiscal, ya que el puesto al que va es de confianza, la cuestión me preocupa más.  Se confía más en quien hace estas cosas que en quien no las hace.  Mal asunto.   Y se constata, sin apenas margen para la duda, que lo ocurrido contó y cuenta con el apoyo de la institución.    El Consejo Fiscal, por su parte, hasta ahora y para no variar, silente.   Hay gente que no va a entender que todo esto se hace trabajando para los buenos. Supongo que los jueces harán algún comunicado denunciando la situación y nada, patada a seguir.  

SIEMPRE HAY ALGÚN IGNORANTE OPORTUNISTA

Una reciente sentencia del TSJ de Madrid resuelve un asunto muy importante para los fiscales, expresión de la clamorosa injusticia retributiva que padece en muchos aspectos la carrera fiscal ante la indiferencia del Consejo Fiscal, de la jerarquía y de las asociaciones mayoritarias.  Se trata de unos recursos que interponen unos fiscales de Málaga contra el régimen retributivo de quienes ocupando plazas de tercera pertenecen a la segunda categoría.   Quienes hemos estado al tanto de este asunto desde antes de su interposición sabemos que hay que mantener la discreción porque aparte de que los recurrentes que arriesgan su dinero, tienen también mucho que ganar y la batalla jurídica está todavía desarrollándose.   Pero algún oportunista que no sabe derecho administrativo alienta  a la extensión de efectos a los fiscales cuando para ello es preciso que la sentencia sea firme.   Lo que menos hace falta es que muchos fiscales vayan al TSJ a pedir extensiones de efectos poniendo en riesgo doce demandas más interpuestas por fiscales que han arriesgado dinero, tiempo e ilusiones.   Este es el mal de nuestra carrera, que hay demasiado oportunista a quien no le importan los problemas de los demás, solo sacar tajada del trabajo ajeno.

lunes, 10 de julio de 2017

LA SECCIÓN PERMANENTE DE VALORACIÓN (Y YO QUE CREÍ QUE NO EXISTÍA)

Cuando en 2007 se reformó el Estatuto del Ministerio Fiscal creándose en el seno de la Inspección la Sección Permanente de Valoración, la enmienda del PNV que hizo posible su incorporación al texto legal se fundamentaba así:


Por otro lado, la propuesta de creación de un Servicio de Valoración de Méritos obedece a que una unidad de estas características ha de servir para que los principios de mérito y capacidad, además de objetivación, dispongan de la necesaria virtualidad práctica que sirva de fundamento a las propuestas de nombramientos discrecionales que deba informar el Consejo Fiscal.

Ahora, ante la  petición de la APIF de que se constituya una Sección de Valoración de méritos, se contesta que ya existe.  Y que al parecer, funciona estupendamente. Se dice que el día 18 de diciembre de 2007 hubo un Consejo Fiscal para valorar la reforma y que el acta de la sesión refleja que "en el debate suscitado algunos de los vocales manifestaron su parecer de que no era propiamente una Sección para valoración de méritos, salvo en el aspecto de cumplimiento de los requisitos legales para ocupar la plaza ofertada".  Desde entonces la SPV funciona recogiendo toda la información que les mandamos los fiscales.  Como si se llamara "Sección Permanente de Recopilación",  potato potato, quien se va a quejar.  Es decir, que no se valora.  No hay baremos, no hay criterios de valoración. Hay recopilación de materiales del que quiera enviarlos.   Pero no valora entre otras razones porque en el Consejo Fiscal (nuestros representantes) no quieren que valore.   Es mejor que nada se valore aquí para que se pueda apoyar a los propios o denostar a los ajenos sin que haya demasiados argumentos de peso en contra.  Eso no lo quiso arreglar ningún Fiscal General anterior, porque tampoco les convenía: mejor para nombrar a los afines no tener que lidiar con currículums contrastados.   Cuanto menos razones objetivas para valorar el mérito y la capacidad, mejor.   Vaya nivel.















miércoles, 5 de julio de 2017

LOS QUE NO EXISTEN EN LAS QUINIELAS

Vaya por delante que me alegro por Alejandro Luzón y que creo que es un fiscal satisfactorio para Anticorrupción, con mérito para el cargo y que estoy seguro de que mejorara la Fiscalía.  Pero me irrita profundamente que se ignore a quienes se dejan las pestañas en el día a día de la Fiscalía, que son tan competentes como Luzón y que sistemáticamente, por capricho o por desinterés de los vocales del Consejo Fiscal y por el politiqueo en la Fiscalía, son ignorados.   Belén Suárez, la teniente fiscal, mucho más antigua que Luzón.   Teresa Gálvez, tan fundadora de la Fiscalía como Luzón, y con tanto mérito como él;  o Antonio Romeral, que lleva ni se sabe en la Fiscalía siempre con su buen trato  con todos.  Todos merecían un poco más de atención, de valoración y de respeto, y menos votación a bloque cuando lo que se presentan son fiscales de uno en uno.   No hablo de Jesús García Calderón porque no es del tipo de trayectoria la suya de la que hablo ahora, con todo respeto.  Hablo de los preteridos en un sistema en el que de manera consciente se omite valorar los méritos de los fiscales por la propia institución.   Desde luego, las esperanzas de que el actual FGE cambie algo importante en la institución ya las he perdido.   No las pierdo de que la Carrera Fiscal exprese de una vez su hartazgo ante tanto desaire.