Me llama una compañera para decirme que acaba de dimitir el Ministro de Justicia. Lo primero que me llama la atención es que dimita alguien en España; en este sentido hay que decir que se trata de un gesto que le honra ya que el episodio de la cacería indudablemente hacía daño al Gobierno que se había comprometido a servir y la huelga de jueces no le habrá ayudado en absoluto. No se -naturalmente- si le habrán "animado" a dimitir pero en todo caso a mi me parece bien que la gente no se aferre al cargo como en los chistes de Forges.
Su sustituto es un catedrático de derecho constitucional, Francisco Caamaño, de carácter conciliador, nos dice El País. Eso siempre es bueno. Pero mucho más importante será conocer su posición ante los gigantescos retos que tiene planteada la Justicia, en un momento particularmente dificil de solucionarlos (una crisis económica terrible, una huelga de jueces celebrada hace unos días y otra convocada en junio, y una demanda social cada vez mayor de mejora del servicio de la Justicia). Veremos.
Me sorprende que haya un silencio tan absoluto en el blog ... sin comentarios , parece pensar todo el mundo. Sin embargo, sí que creo que hay que decir dos cosas : que como tu dices , Salva, es elogioso que alguien dimita en este país (así que el ya ex ministro no debía ser tan malo,pues al menos ha asumido su responsabilidad política por un hecho inoportuno, lo cual no puede decirse de casi ningún político); y segundo, que precisamente a lo mejor no era tan "político" y por eso ha sido objeto de la ira de todos aquellos a quienes ha dicho ciertas verdades ( y ya se sabe que en política la mitad de lo que se dice es mentira y la otra mitad no se dice). Áhora todos los que propugnaban una huelga, que decían que no era política, manifiestan que la situación del ministro era insostenible, pero no por la cacería , sino por su mala gestión, su soberbia, su pasividad ante los problemas de la Justicia ... en definitiva, que sí era objetivo de tales colectivos. Veremos ahora cómo reaccionan con el nuevo ministro. Y esperemos que no le amenacen con una nueva huelga si no les da lo que quieren. Existe el riesgo de que ahora las asociaciones judiciales piensen que tienen el poder de dimitir ministros. Y eso sí que sería terrible...
ResponderEliminarNo os engañeis, la dimisión es por la caza y no por la huelga.
ResponderEliminarLas razones de la dimisión, Fiscalíllo, parece que son claras: la cacería famosa y el cazar sin licencia en Jaén son errores políticos mayúsculos. Pero en este caso tiene razón Pepe que hay otras cosas que abonan los temores: se trata de un Ministro muy controvertido por la oposición desde el primer día, y que se ha encontrado con una huelga de jueces dias antes de su dimisión. Rajoy argumentaba -a mi juicio de manera poco imprudente- que se trataba de un Ministro que había soportado tres huelgas y una de ellas de Jueces. Por ello el comentario de Pepe es acertado. El peligro de que algunos crean que esto va a poder ocurrir más veces (huelga y cese de Ministro; o huelga para que cese el Ministro), está ahí.
ResponderEliminarOjalá se recupere la cordura y el sentido común. Pero los tiempos están muy revueltos.
No es que pasemos sino que algunos a las 5 de la mañana, salvo excepciones que luego paga, lo que hacemos es dormir, no como tu que seguro que has trucado el blogg para darnos pena.
ResponderEliminarEn cuanto a la dimisión de Bermejo... ¿y?, ¿acaso era él la causa de los males de la Justicia, o alguno de los ministros que le han precedido?, pueden ser calificados como complices, cooperadores necesarios o compañeros de viaje pero no es quien ocupe el Ministerio de Justicia la llave para reformarla.
El hecho de dimitir le honra, pero a los que realmente queremos que la justicia funcione no nos hace ningún favor.Bermejo era un buen fichaje como Ministro de Justicia porque conoce muy bien como funciona la Adminstración de Justicia por dentro, sabe las horas que dedican los funcionarios judiciales a estar en su trabajo, ha padecido a los jueces en el dia a dia,fué Fiscal de a pie (creo que debo de decir que yo soy abogada y llevo 30 años ejerciendo) y como tal sabe perfectamente como es el dia a dia en Juzgados y Tribunales y como funciona todo ¡De Milagro!
ResponderEliminarUna anectota suya significativa de saber de lo que habla; en el verano del 86 en San Sebastian en unas Jornadas organizadas por la Comisión de Derechos Humanos del Colegio de Abogados de San Sebastián ¿donde está lo que no aparece en un Juzgado? Estará ...en fiscalía.....
¿Que pasaba con él, como Ministro? era incomodo, decia las cosas de forma politicamente no correcta y sobre todo sabia lo se traía entre manos.Y eso a muchos no les gusta.No tengo mucha confianza en el futuro de la Justicia.
Querido Lupo, en efecto, la experiencia de todos estos años nos ha demostrado que no sabemos por qué , pero la reforma de la Justicia parece un imposible y que la personalidad de quién ocupa el cargo no produce efecto alguno sobre su marcha inexorable hacia el caos absoluto. Porque estoy de acuerdo con Adela en que Bermejo conocía perfectamente la Justicia, y antes que él Belloch ,el cual tampoco pudo reformarla. Así que algún misterio insondable ha de tener la Administración de Justicia... mucho mayor que mis horarios, lo cual obedece a un cambio de ritmo biológico que tu padecerás en breve debido a las circunstancias personales que todos conocemos ....
ResponderEliminarCaamaño Domínguez, gallego.
ResponderEliminarjiménez villarejo asociación de fiscales, recurso contencioso administrativo, don mariano fernández bermejo, fiscal de sala del tribunal supremo
ResponderEliminarjuan josé martínez zato, málaga
ResponderEliminarfernández bermejo, gran jurista, hombre bonachón
ResponderEliminarcaamaño domínguez, idem