sábado, 14 de febrero de 2009
PARADOJAS
Hemos visto al líder de la oposición lamentándose de la trama contra su partido que a su entender se ha forjado por fuerzas políticas, mediaticas y judiciales. La Fiscalía incluida. No he oído ni he tenido noticias de que el líder de la oposición, sin embargo, haya anunciado una proposición para modificar el Estatuto del Fiscal de modo que la institución pueda funcionar sin las sospechas de la oposición. Por tanto hay que concluir que lo que el Sr. Rajoy lamenta no es que la Fiscalía esté en la órbita del Gobierno, y actúe como él dice que actúa, sino el uso que el Gobierno hace de su control sobre la misma. A mi me parece, sin embargo y teóricamente hablando (porque es mucho más fácil lanzar acusaciones que probarlas), que si remachas al Fiscal en la órbita del Gobierno (como hizo en su día el Gobierno del PP) asumes el riesgo de que el Fiscal no actúe en todo caso como garante de los derechos de la oposición. Como me dice una compañera muy valiosa, están en realidad encantados de esta situación: cuando recuperen el poder recuperarán también al Fiscal, y los problemas de ahora ya no serán lo mismo. Pero, ¿y si no recuperan el poder a corto o medio plazo?
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Es el precio que tienen que pagar para que en un futuro la fiscalía vuelva a estar a su control; y tanto el pp como el psoe son conscientes de que dicho precio es inferior (el estar en la oposición con la hipotética posición en contra de la fiscalía) al beneficio a largo plazo(cuando gobiernan y controlan el Ministerio Fiscal). Ambos no quieren desprenderse de un arma tan poderosa, por lo que pagan ese precio, y siempre les quedará un argumento tan sonado estos días de arremeter contra el partido gobernante por utilizar el aparato estatal en su contra. Por tanto, tal como yo lo veo, el principal obstáculo para la independecia de los fiscales es que sencillamente no le interesan a los gobernantes, ni incluso a la oposición, pues saben que más tarde o más temprano ellos también podrán controlarlos.
ResponderEliminarTal y como yo lo veo el problema ya no es tanto que a los politicos no les interese la imparcialidad de los Fiscales tal cómo exponeis, ahora es el turno de Bermejo ; y los otros esperan turno -que llegará , solo es cuestión de tiempo-.
ResponderEliminarLa cuestión ,me temo, empieza a ser si a los Fiscales realmente les interesa/apetece/ se atreven / o teienen tiempo para defender su imparcialidad constitucional, o prefieren actuar bajo el manto y al cobijo del principio de jerarquia desatendiendo aquel y otros principios de idéntico rango constitucional.
Vengo -machacada -,de una estupenda terapia de grupo y percibo que en los tiempos que corren los jueces están luchando por defender su independencia; pero no veo que los fiscales nos preocupemos por defender nuestra imparcialidad y otros principios mucho más básicos en el ser humano, pero vaya, quizá sólo sea sensación mia.
Tienes razón en que se trata del precio que pagan. Pero a mi me parece un poco juego sucio (que no solo es del PP) el reclamar que el Fiscal actúe como garante de los derechos de la oposición, cuando ellos lo han remachado en la órbita del Gobierno. En cualquier caso, comparto tu comentario por completo. Aún es más grave: si piden una reforma estatutaria ahora nadie les hará caso y se les recordará cuando gobiernen. La reforma tendrían que hacerla cuando gobiernen, y para entonces ¿que necesidad tienen de cambiar el estatuto del Fiscal? Por lo tanto, a minimizar daños y a seguir.
ResponderEliminarExactamente, tal como dices veo imposible la reforma del estatuto del Ministerio Fiscal cuando gobiernen, y además saben a la perfección como minimizar los daños cuando se está en la oposición, pues siempre contarán con periodistas que corroboren el papel de "víctima" de la "persecución" del gobierno.
ResponderEliminarNo sé si a los fiscales a título individual les interesará o no la independencia (yo supongo que a la gran mayoría sí), de todas formas en último término la decisión es del gobierno, y tampoco sería un tema que importase mucho a los medios de comunicación por lo que no habría presión mediática, que por contra sí existe en mi opinión en lo relativo a la independencia de los jueces.
En todo caso, hace algunos años este era el tema profesional que más inquietaba a los Fiscales. Pero desde que el PP dió en 2003 el puñetazo en la mesa, se dejó de reclamar: en mi opinión, porque se ha visto que depender del Gobierno pacíficamente trae otros beneficios: por ejemplo, los planes de formación se han incrementado exponencialmente en los últimos años; o los fiscales copan puestos que antes eran de jueces, en la órbita ministerial. Por otra parte, así lo creo yo, la afinidad de los gobiernos conservador y progresista con cada de las asociaciones mayoritarias reporta beneficios para estas, cuando están en el poder.
ResponderEliminarUn bloguero nos decía hablaba el otro día del sistema 1-1-1. De cada tres nombramientos, uno para la AF, otro para la UPF y otro para no asociados. En la carrera fiscal algo menos de tres cuartos de los fiscales no están asociados. El 1-1-1 es lesivo para ellos. Pero es que en la práctica, el 1-1-1 no existe. La cuota de no asociados es muy inferior en los nombramientos importantes.
El resultado es que hoy no se lucha dentro de la fiscalía por la imparcialidad objetiva, como se pregunta Silvia. Y al no hacerlo, el poder no encuentra contrapesos más que en la oposición (que piensa hacer lo mismo cuando le toque), y la fiscalía pierde carácter como "custor legis", como tanto le gustaba decir a Cándido Conde Pumpido, padre.
El lado bueno es que estamos aquí, en internet, defendiendo libremente nuestras ideas: "always look on the bright side of live", como cantaban los crucificados de Monty Python