¿CUAL ES EL PROBLEMA?

Mi más querido amigo en la Carrera, un Fiscal veterano y asiduo visitante de este blog, considera que los males de la Justicia, los males de nuestra querida Carrera fiscal están mucho más relacionados con una actitud laboral de jueces, fiscales y funcionarios incomparablemente más relajada que lo que sucede en cualquier ámbito de la empresa privada, que con defectos de organización. Me pone ejemplos de Fiscalías en las cuales no es que se trabaje poco, es que la realidad es que hay muy poco trabajo que hacer. Lo que dijo en su ataque de sinceridad Gómez Bermúdez (y que hubo que rectificar -quizá abochornado- poco después en la Junta de Jueces de la Audiencia Nacional) explica a mi juicio algunos males de nuestra Justicia. Pero no todos, ni siquiera los más importantes. Yo creo que mejoraría mucho la Justicia con un sistema procesal diferente, un sistema con mayores competencias para los fiscales y también con mayor responsabilidad. Un sistema en el que cada institución trabajara en aquello para lo que está diseñada. Un sistema en el que se distribuya la carga de trabajo de manera más igualitaria. Desde luego un sistema en el cual no sea concebible que muchas decenas de fiscales en la mejor época de su vida laboral ocupen destinos semi vacíos de carga de trabajo. Y un sistema, desde luego, en el que no se discriminara la neutralidad política de jueces y fiscales. Debo reconocer, sin embargo, que los argumentos de mi amigo me confunden.