CAJONEOS

Alguno de los fiscales argentinos que conocí en Holanda denominaba "cajonear" al hecho de que en el Ministerio se guarde en un cajón una propuesta de nombramiento, por tiempo indeterminado. Yo, que fuí víctima de un "cajoneo" durante año y medio, conozco el daño que hace tal práctica. Se trata de un castigo injusto ya que pudiendo rechazar el nombramiento no se quiere afrontar por el Ministerio el presunto coste que pudiera tener ese rechazo. Y se prefiere "sancionar" al "cajoneado" que ha obtenido el apoyo del Consejo Fiscal y del Fiscal General, de esta manera. Ni te nombran ni te dejan de nombrar, con lo que te impiden pedir otros destinos -esperando que se resuelva la petición- y te impiden al tiempo recurrir el rechazo.

Últimamente he oído de nuevos "cajoneos" y quiero decir que me solidarizo con quienes los padecen, sean cualesquiera las razones que los motivan. Considero que lo correcto es nombrar al propuesto o rechazar el nombramiento si ello está en los poderes del que rechaza, abriendo así la via contenciosa. Lo otro son prácticas arbitrarias que deberían ser duramente sancionadas.