EL FISCAL GENERAL HACE BALANCE

Se ha distribuido entre los fiscales del Supremo el texto de una conferencia de Conde Pumpido el pasado día 3 sobre la situación de la Fiscalía en España. En ella, el Fiscal General pasa revista a la totalidad de los órganos del Ministerio Fiscal, mencionando los nombres de jefes y principales responsables, y dando una visión bastante aproximada de la actual jerarquía del Ministerio Fiscal español. No regateó elogios a cada uno de los fiscales que mencionó. Y presentó al conjunto de los fiscales españoles (más de 2.200) como garantía de que la institución no va a poder instrumentalizarse para un uso distinto de la defensa de la legalidad. Me gusta el tono general del discurso, cerrada defensa de la profesionalidad y competencia de los fiscales. No comprendo, ante ese panorama que recoge el Fiscal General -y que en términos generales yo comparto-, el porqué de esa desconfianza política ante la institución -que se traduce en ese afán por mantener sobre la misma mecanismos de control gubernamental-; porqué negar a esos profesionales ejemplares que son los fiscales, cierta capacidad para limitar el poder -hoy absoluto- del Fiscal General, que hoy es uno y mañana será otro, en materia de nombramientos; porqué negar al Ministerio Fiscal la autonomía que necesita para ser creíble en su actuación frente a todos; porque negar al Fiscal ampliar sus poderes en la investigación de los delitos; porqué, en suma, estrangular el desarrollo de una institución que podría hacer mucho más por la mejora efectiva de la Justicia en España.