lunes, 1 de marzo de 2010

SIMPLIFICACIÓN

Ayer regresé de Bosnia y no tuve tiempo de leer la prensa dominical.  Cuando he ojeado El País he visto un artículo muy interesante, pero que me deja en algún aspecto mal sabor de boca.   Creo honestamente que referirse al Fiscal Del Moral en los términos en que lo hace el periódico es simplificar demasiado.   Conozco a Antonio desde que ingresamos en las carreras judicial y fiscal, hace mucho tiempo.   La búsqueda constante del equilibrio entre posiciones (parece un pariente de Erasmo); su liderazgo profesional; su interés en reconocer razones válidas en todo el mundo; y sobre todo, su disposición a ayudar a todo quién lo necesite son cosas que hacen que me fastidie -en aras de la justicia- el ver descrito a un tipo así en los escuetos términos que hace el periódico.    Ahora bien, que luego le den o no el Supremo, eso es otra cosa que tiene más que ver con las cosas que dice El País que con los méritos únicos que atesora.  Y así vamos.

3 comentarios:

  1. El País no describe a Antonio, más bien hace un juicio peyorativo relacionado con alguna de sus opciones personales, incurriendo en el lugar común, sin más.
    Los que le conocemos sabemos que él es quien tu dices, pero vete a explicarselo a nadie. Demasiados matices para un mundo que solo entiende de azules y colorados.
    Da asquito ver cómo está todo.

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  2. ¿Y qué si ANTONIO es así?, ¿acaso vemos en el país rechazar a algún fiscal por ser simpatizante del partido comunista y beber los vientos por la dictadura cubana?, que los ha habido y los hay. Yo, personalmente, digo lo del chino, que poco me importa el color del gato si caza ratones. Poco me importa la ideología de un Fiscal si a la hora de ejercer su trabajo la aparca a un lado. El problema es que esto no gusta, cada sector ideológico en el que se divide este país sólo está a gusto con los suyos, y cuanto mas suyos mejor, pues incluso pequeños matices a la hora de seguir lo políticamente correcto para cada uno pueden suponer que te tachen de cualquier mejora laboral. También es cierto que ciertas ideologías se han convertido en pura secta y el que se mueve no sale en la foto. En fin, no divago, que estoy con anónimo ¡¡que asco!!

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  3. Suscribo íntegramente el contenido de los tres comentarios anteriores
    Creo que el rigor informativo es deber inexcusable de todo periodista, cualquiera que sea su idelogía.
    El artículo en cuestion denota la falta de conocimiento de su autor respecto a la dilatada y prestigiosa carrera de nuestro compañero Antonio del Moral, su vasta y erudita producción científica, el rigor jurídico y el criterio ecuánime de sus informes, su amabilidad personal , así como también desconoce que Antonio ha sido maestro de muchos fiscales, que hemos aprendido este oficio a través de sus libros y sus enseñanzas personales
    Los ciudadanos tienen derecho a recibir una información veraz para formar libremente su opinión, es la esencia de la democracia y de la libertad de prensa. Definitivamente no debería haber opinado sobre alguien que no conoce

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