¿Antigüedad pura? ¿Curriculum? No es nada fácil -en la situación actual- establecer reglas fijas. En un mundo ideal, o al menos en un escenario en el cual quien selecciona buscara simplemente a los más cualificados en cada caso, el criterio del curriculum creo que es el mejor. Yo he pasado algunas pruebas de selección en Tribunales Internacionales y en la Unión Europea (en algún caso con éxito, y en otros no), y sobre la base de una antiguedad mínima, los candidatos concurríamos con nuestro currículo como principal argumento -y siempre con audiencia ante el panel de contratación-. El puesto no era -lógicamente- para quien era más viejo o quien llevaba más tiempo actuando como fiscal o abogado. Pero en España, para jueces y fiscales hoy la cosa es más difícil. La búsqueda del afín ideológico, de aquel de quien se espera que su lealtad vaya a ser mayor o más incondicional, desvirtúa otros criterios. Aquí los defensores de la antigüedad tienen poderosos argumentos. El ver como se nombran a fiscales y jueces relativamente modernos (entre 45 y 55 años de edad) en los puestos de mayor categoría produce muchos efectos negativos: garantiza a quienes logran esos puestos durante 15 o 20 años sea cualfuere su futuro comportamiento o sus futuros servicios el permanecer en el tope retributivo de nuestras carreras. Por brillantes que hayan sido sus trayectorias hasta su nombramiento, nada garantiza que vayan a seguir así durante muchos años más. Otros son brillantes durante más tiempo y no son nombrados. Desde un punto de vista profesional, ideológicamente neutral, no parece muy correcto dejar para futuros gobiernos (en democracia suele haber alternancias) un grupo nutrido de jueces o fiscales jóvenes por razones de "equilibrios ideológicos" en las cúpulas de nuestras carreras. Eso invitará a futuros gobiernos a hacer lo propio con el perjuicio natural de quienes no quieren ser afines a nadie, sin ser hostiles a ninguno.
Por otro lado se produce una lógica desmotivación (cuando no abierto malestar) en aquellos que siendo mucho más antiguos y al menos tan competentes, no ven premiados sus esfuerzos -ni es probable que los vean al estar copadas todas las plazas de privilegio durante muchos años-. Si encima la selección se hace influenciada por razones ideológicas, el panorama es terrible para nuestras carreras. No se, esto habría que reflexionarlo un poco, ponderando el peso de los años de servicios prestados sin tacha en estas cuestiones.
Vale. Pero el curriculum se adquiere con los años, por eso el tiempo en la carrera tiene que contar. No me impresionan nada las carreras fulgurantes de ser el que más joven sacó la opsición, ser el fiscal jefe más joven de España, etc. etc. he visto muchas veces como algunos de éstos han hecho ´bluf´. La carrera fiscal, judicial y cualquier otra dentro de ese ámbito, es una carrera de fondo, donde la experiencia es importante porque entonces ya sabes lo que puede ocurrir y en la que mantenerse ´en buena forma´ es duro, así que para mí: edad Y curriculum. Saludos,
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con jurista y con Salva, aunque creo que un examen para comprobar el mérito y la capacidad de los candidatos no sobraría (un examen a la trayectoria profesional: asuntos en los que se ha intervenido, destinos en los que se ha estado, artículos o libros publicados ...) En fin que no solo la antigüedad cuenta, y si existe un sistema de baremación para el nombramiento de los fiscales sustitutos ¿por qué no puede haberlo para los jefes o para otros destinos importantes?, teniendo en cuenta siempre la antigüedad , que es importante.
ResponderEliminarEl sistema de nombramiento es difícil, pero lo que está claro es que el actual (lo mismo que el basado únicamente en la antigüedad) está generando un gran descontento y desmotivación en la Carrera, así que es cierto que habría que reflexionar y proponer cambios....
Decididamente, mi opción personal es la antigüedad.Antigüedad solo matizada en casos muy, muy excepcionales. Mis razones son varias:En primer lugar,la absoluta convicción -después de 27 años en ésta Carrera-, de que ni los "genios" ni su polo opuesto: los "piernas", se prodigan en exceso. Todos sabemos quienes son unos y otros, y constituyen un porcentaje muy pequeño. La inmensa mayoría estamos en ese rango de la "normalidad" que nos hace buenos profesionales conocedores de nuestro oficio. De algo nos han tenido que servir 3 o 4 años de oposición, años de juicios, calificaciones, informes, recursos...etc. Las diferencias me parecen más subjetivas que reales. Hay quienes saben "venderse" muy bien entre los compañeros, y otros, que por el contrario desconocen las técnicas de "marketing" para hacerse pasar por juristas excelsos. No nos engañemos, con mayor o menor fortuna, todos sabemos lo que es el dolo, lo que es un derecho fundamental y lo que es un proceso de incapacidad....Precisamente por ello, nuestro EOMF nos reconoce a TODOS el derecho a la promoción profesional, que es lo que nuestras queridas asociaciones se han empeñado en no reconocer.
ResponderEliminarSegunda razón:Los "currículums" no reflejan -normalmente- gran cosa. ¿Está más preparado un Fiscal que asiste con asiduidad a cursos de formación de la FGE o CGPJ? ¿O quizá está mejor formado quien no se va a los cursos y se queda en la Fiscalía despachando el papel y celebrando los juicios del compañero "cursillista profesional?. Y qué decir de las publicaciones y conferencias. ¿Se han escrito acaso con merma del tiempo que requieren los dictámenes fiscales y en horas de despacho? ¿Han beneficiado a la Institución del Ministerio Público o quizá al bolsillo del conferenciante?. Sinceramente, para mí el mejor "currículum" es el que hacen loc compañeros que se "jartan" a calificaciones, juicios, guardias, informes, demandas...etc, etc.
Tercera razón: Los tópicos y las ideas preconcebidas sobre cada uno de nosotros.Aquí las informaciones sobre los méritos de cada cual se elaboran con la misma técnica que emplean los periodistas del "cotilleo". Se opina por juicios facilitados por terceros sin conocer directamente al concernido. A mí, personalmente, tras cesar como Jefe de la AP de Zamora, me llamaron seis vocales del Consejo Fiscal para pedirme información sobre uno de los candidatos a ocupar esa plaza. No se preocuparon de pedir algunos de sus informes a la Fiscalía, o de estudiar su historial en la Inspección Fiscal. No, solo se trataba de saber ¿"qué tal es fulano?"....¿Es ésta una técnica de valoración objetiva de méritos?.
Cuarta razón: La comparación con los demás sistemas. La antigüedad, como la democracia, es el menos malo de los sistemas. Los otros son el amiguismo y la afinidad ideológico-política. Al menos la antigüedad garantiza un valor objetivo: la experiencia, que siendo quizá intrascendente dentro de una misma promoción, se revela no obstante fundamental cuando se produce un salto en el escalafón de 50, 100 o incluso 300 números, como es el caso de muchos de los nombramientos que hemos tenido ocasión de visualizar durante el mandato del actual y del anterior FGE.
A mi modo de ver, el sistema del curriculum es el mejor siempre que quien seleccione pretenda elegir al mejor candidato por su curriculum. Todo falla, claro está, cuando el curriculum deja de importar y lo que se pretende es colocar según gustos personales. Pero en ese caso deberíamos hablar de un sistema distinto, el sistema de la promoción arbitraria. Para acabar con ese sistema de la arbitrariedad, que es consecuencia de la politización de nuestra justicia y de otras cosas (el juego asociativo ha sido muy importante en esto), podemos defender la antiguedad, o podemos exigir garantías en la valoración de los curriculums. Yo estoy más por esto último, compartiendo con Pepe Caballero, que en el curriculum la antiguedad misma es algo muy importante que no debería despreciarse a la ligera.
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