Hay muchas profesiones que pueden ejercerse de una manera neutral, como un trabajo más. Un compromiso con un horario, con unas tareas, con una jerarquía. Pero hay otras que no. A los médicos o los periodistas, por ejemplo, hay que exigirles la máxima diligencia en lo que hacen; el máximo respeto por las personas con las que tratan; el máximo rigor en la diagnosis y en el tratamiento a aplicar en sus tareas. A los jueces y a los fiscales hay que exigirnos (y debemos exigirnos nosostros mismos) algo parecido. No concibo esta profesión ejercida con indiferencia, sin compromiso. Es demasiado importante. Un compromiso con la ley, y siempre en consonancia con la Justicia. Un compromiso que exige también pensar en las víctimas, en tener mucho cuidado de no equivocarse, en asumir que detrás de cada causa hay un conflicto personal y que en muchos casos, ese conflicto será uno de los más importantes acontecimientos en las vidas de los justiciables. Y también que no hay Justicia sino cuando esa es igual para todos: no son admisibles las diferencias en la aplicación de la ley, sea quien sea quien propicie la desigualdad. El luchar contra eso, creo que también forma parte de nuestro trabajo.
Creo que lamentablemente, el exceso y las malas condiciones de trabajo existentes en muchos lugares hoy para jueces y fiscales (y también a secretarios, funcionarios y abogados), hacen en ocasiones que nos olvidemos que lo importante es pensar en grande y actuar con prudencia pero sin temor; pensar en nuestra función, en su importancia y en lo que estamos obligados a exigir para que podamos hacer una Justicia mejor.
“…promover la acción de la Justicia en defensa de la Legalidad, de los derechos de los ciudadanos y del interés público tutelado por la Ley, velar por la independencia de los Tribunales, y procurar ante estos la satisfacción del interés social”; si el art.1 de nuestro EMF no acojona (impresiona), con perdón, si con eso el que entra en la Carrera no entiende que asume un compromiso que va mas allá de haber obtenido un trabajo seguro como “funcionario” apaga y vámonos.
ResponderEliminarCuando se dice que el Fiscal es Autoridad lo debe de ser con todo lo que eso supone, de compromiso, deber, y obligaciones, no sólo prebendas, derechos, y loas….desgraciadamente muchos compañeros se quedan, por comodidad, apatía, o caradura en algo muy alejado de lo que es ser FISCAL, con mayúsculas… y cada vez me dan mas asco y menos pena.
Pues sí...., creo que todos los que pululamos por aquí estamos absolutamente de acuerdo con lo que dices.
ResponderEliminarBien es cierto que no todo es orégano . Y vuelta a lo mismo ....Hay quien insiste en hacer fichar los fiscales, somete el trabajo ajeno a la hipervigiglancia más absurda , no resuelve conflictos e incluso los promueve, todo ello en las condiciones que se trabaja donde hay días que incluso temes por tu integridad física...
Con estos ingredientes y alguno que me dejo hace que finalmente algunos muchos se apunten al sistema de cumplir con sus mínimos y poner palotes al más puro estilo del lejano oeste .
En la mayoría de los casos esa via , creo, no es elegida voluntariamente , y creo que a la inmensa mayria de los que nos dedicamos a esto nos gusta "pensar en grande", pero en el dia a dia del fiscalillo de a pie no resulta siempre fácil .
Conste que cuando digo que " creo que todos los que pululamos por aquí estamos absolutamente de acuerdo con lo que dices..." me refiero a Salva...
ResponderEliminarVaya Lupo acaba de salir de la Junta , fijo.
ResponderEliminarYo creo que esos fiscales con minúsculas son irrecupables eligieron la via del palote y del mínimo, irrecuperables ahi están y tienen su utilidad :ver lo que no tenemos que llegar a ser .
Lo peor son los Fiscales que llegan con ilusión a la Carrera y se encuentran con esos fiscales que nos les dejan "pensar a lo grande" y terminan apuntandose a las filas del fiscal en minúsculas , es engrosamiento es lo que creo que tiene que preocupar a Alguien , vamos digo yo
Error Silvia... no he salido de Junta(aquí hacemos una cada cuatro meses, no nos vayamos a extresar) pero es que el día a día da mucho de si.
ResponderEliminarUn apunte, en cuanto a los nuevos. Hay que cuidarlos, ayudarlos, formarlos, informarles...(porque la Escuela poco aporta a crear Fiscales) pero al final ellos eligen que tipo de Fiscal quieren ser. En mi Fiscalía tienen varios buenos ejemplos en que fijarse y aun así alguno prefiere el "lado oscuro", bueno, en este caso el "lado claro", pues el oscuro debe ser gente como los "rarillos" que aquí aterrizamos. La soluciòn para evitar eso... una reforma de la Justicia que no compense pasarse a ese lado, que no sea militar en este condición necesaria para hacer "carrera"
Pues por aquí cada seis meses , y ni te cuento su forma y contenido...
ResponderEliminarYa dice el refranero , mal de muchos ... Sí muchos se pasan al lado oscuro... pero ,creo, que en su la parte es por supervivecia pura, o quizá por ignorancia de lo que supone ser Fiscal.
Es muy duro estar del lado de la fuerza , sobre todo porque en la minoría uno se siente- o le hacen sentir- "el raro" y es lógico que los más jóvenes que no han tenido mucha perspectica de la Carrera- recordemos el liderazgo de los jefes en este mismo blog- , opten por la seguridad que les brinda la mayoria , que generalmente coincide con la jerarquía. Eso no sé si es una elección en libertad; pero, desde luego, es una elección y como tal hay que respetarla , que no compartirla.
Y si pese a todo hay una minoría que , libremente , se quedan en el lado de la fuerza , pues creo que merece la pena seguir siendo pocos y buenos.