domingo, 3 de mayo de 2009

CONFLICTOS LATENTES

Entre la crisis económica, los más de cuatro millones de parados y la reciente aparición de la peste porcina, parece que en Justicia las cosas se han sosegado. No es esa la opinión de Jose María Brunet, ni tampoco la mía. Es verdad que el nuevo Ministro es discreto y que el Presidente del CGPJ tampoco es partidario de hacer ruido. Pero las reuniones de jueces y de fiscales en el Ministerio han quedado pendientes de que se ofrezcan soluciones a los conflictos planteados y que -de manera indirecta- determinaron en mi opinión la dimisión del anterior Ministro. Porque hasta ahora, salvo la voluntad ministerial de no cambiar el sistema de ingreso en las carreras judicial y fiscal, todo está en el aire. Habremos de ver en unos días cuales son los proyectos (y el "cronograma" que anunció el Ministro a los Fiscales). Parece claro que en el Ministerio no se quiere adoptar medida alguna -a pesar de tener "una puerta abierta al cambio de modelo procesal"- sin amarrar previamente compromisos políticos con el PP. Parece sensato. Pero yo tengo demasiado interiorizado que cuando ha sido necesario que los dos grandes partidos se pongan de acuerdo en algo para una reforma de peso en Justicia, pues esa reforma no se ha hecho salvo que de la misma derive más poder en la Justicia para los partidos políticos. Es lo único que parece que hasta ahora ha cimentado los acuerdos, lo único que les da pie a ponerse de acuerdo. Y como no quedan para nuestros políticos demasiadas "conquistas" pendientes en ese terreno, pues honestamente desconfío.

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