En la reunión del pasado jueves, el Ministerio anunció el comienzo de un proceso de digitalización de las causas que vayan entrando en la Audiencia Nacional a partir de ahora. La idea es terminar con el manejo del papel en la tramitación de los procedimientos. Me parece muy bien y la Audiencia Nacional es un buen sitio para empezar, para detectar los problemas y para configurar un sistema que permita familiarizarse a jueces, fiscales y abogados de ese nuevo modo de trabajar. Porque la realidad es que trabajar sin papel significa acostumbrarse a presentar escritos directamente desde el ordenador, a trabajar en una red interna, a guardar medidas de seguridad diferentes de las actuales en el manejo de los archivos y a aprender a manejar herramientas de búsqueda y de clasificación de la información. En mi opinión es una revolución que modificará los hábitos de trabajo y que obligará al Ministerio a articular medidas muy intensas para formar al personal.
Ojalá no se quede ahí, y dentro de unos años podamos ir viendo como los actos procesales más comunes de comunicación entre las partes y el Tribunal (traslados de resoluciones, de escritos, de causas), se realizan de manera electronica en toda España. No comprendí muy bien si eso es lo que en realidad aspira a conseguir el Ministerio de Justicia. En todo caso, reconozco mi ignorancia (y la ausencia de formación propiciada por nadie) sobre las utilidades de los programas Fortuny, Minerva y Lexnet, sobre los cuales parece que se va a ir construyendo la interconexíón de todos los sistemas nacionales.
¡Qué buenos vasallos si tuviesen buen señor!
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