LUIS BARDAJÍ

Se acumulan los temas para comentar.  Hoy, por ejemplo, he sabido justo cuando Chequia ha ganado su pulso con la UE para la firma del Tratado de Lisboa, que en Bruselas y en La Haya se están acelerando las gestiones para -por la vía de la cooperación reforzada- crear una Fiscalía europea en el plazo de un año.  Suenan ya nombres importantes, aunque todavía ninguno español, para dirigirla.

Pero hoy quiero hacer un comentario sobre un fiscal del Tribunal Supremo, sobre Luis Bardají.  Pertenece a la UPF, es de los más antiguos en la Fiscalía y ha llevado una carrera brillante.   Pariente mio, es un tipo serio, discreto y trabajador.   Pero además tiene la virtud que quizá yo más valoro en un buen fiscal: defiende su criterio con independencia frente a cualquiera; no se arredra ni ante Jefes ni frente a mayorías en contra.   Defiende lo que él cree que ha de ser hasta que es vencido, momento en que acepta con disciplina su derrota.   Esa virtud, la independencia de criterio, el librepensamiento, que en mi opinión habría de ser condecorada, es el lastre que tienen muchos grandes fiscales para progresar en la Carrera; incluso en ocasiones, para sentirse cómodos en sus Fiscalías.  Son tipos poco dúctiles.  Ojalá vengan muchos más detrás de él.