He pasado el puente fuera, y leo que "Jurista" -me encanta esa actitud exigente en este foro- aborda un tema importante para tratar. La Fiscalía (y el Juez) están sufriendo severas críticas por el PP, por algunos medios conservadores y por los abogados españoles ya que al parecer que se han ordenado escuchas telefónicas que incluían las entrevistas de los acusados de Gurtel con sus abogados. Lo primero que hay que decir es que sin estar al tanto de las actuaciones no hay que creer todo lo que se lee en los periódicos: yo he llevado causas que estaban de actualidad y lo que leía en la prensa no siempre se parecía a lo que estaba pasando sumarialmente. Por eso yo leo esas informaciones con cautelas. Pero en todo caso, confío sin reservas en las fiscales del caso, que están haciendo un trabajo muy duro y difícil: conozco a una de ellas y se que se trata de una fiscal muy cuidadosa y concienzuda y no tengo dudas sobre su actitud imparcial en el caso. Su jefe ha sido fiscal del Supremo por muchos años y conoce perfectametne la jurisprudencia sobre las medidas de investigación. Estoy seguro de que no quedará en el sumario prueba alguna que pueda producir efectos anulatorios y leo hoy que las fiscales actuaron en ese sentido al pedir que se eliminaran ciertas conversaciones. La Fiscalía estará politizada, pero los fiscales son -yo así lo creo- una salvaguardia de que las cosas se hacen bien.
Me gustaría hacer una reflexión: la nulidad de las pruebas no favorece a las acusaciones, sino a las defensas. Por ello, a mi me parece que las acusaciones -y más en casos complejos como el que nos ocupa- merecen un crédito en su profesionalidad para procurarse pruebas sin lesionar derechos fundamentales. Porque las defensas saben que si eso se hubiera producido, esas pruebas sin duda alguna quedarían fuera de la causa, como debe ser. Por ello tengo la sensación de que al margen de otras consideraciones, aquí se está jugando una batalla para quebrantar a la acusación (como yo mismo las sufrí en su día, y otros fiscales anticorrupción, como Luzón o Castresana), más que otra cosa: el titular de ayer de un periódico de Madrid, abona esa idea.
Querido Salva:
ResponderEliminarAgradezco este post, sobre todo teniendo en cuenta todo lo que en él dices. Para volver a aclararlo (y por si hubiera duda alguna), yo NO soy abogada y quiero recordar aquí de nuevo las condenas a España del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasgurgo, por asuntos relacionados con las observaciones telefónicas. Es la defensa de los derechos fundamentales de TODOS lo que a mí me importa, aunque a algunos parezca extraño. Creo que más o menos hasta ahí todos coincidimos.Por otro lado, tengo que decir que mi opinión no sólo se fundamenta en los titulares de periódicos. Como jurista, se impone el rigor científico y el amor por el Derecho. Finalmente, el que la nulidad de las pruebas no favorezca a las acusaciones, no es motivo alguno para no instarla si hay motivos. Una de las cosas que me ha llevado a creer que la figura del fiscal es esencial, fue la primera vez que ví que un miembro del Ministerio Público retiraba la acusación en un procedimiento porque las pruebas obtenidas en un tema de intervención de correo postal, habían sido obtenidas de forma ilegítima, donde además no era tan obvio para el juez en un principio (aunque luego sí). Si los fiscales o el juez han respetado o no, los derechos fundamentales en este asunto, pués ya se determinará en su momento (o a lo mejor no), pero el silencio absoluto sobre ello, no conduce a nada bueno. Saludos y gracias.
Jurista, gracias a ti: nos viene muy bien la crítica. Si las cosas en las actuaciones se han hecho mal, si se han acordado medidas desproporcionadas o lesivas de los derechos de los investigados, la sanción procesal es la más dura posible: nada de lo obtenido así, ni nada de lo que derive de lo obtenido así es prueba válida. Todos estamos de acuerdo con eso. Pero antes habrá que ver si ha habido vulneración de los derechos fundamentales de alguien, y si como consecuencia de ello se han obtenido pruebas ilícitas. En la prensa de ayer y de hoy se está librando algo distinto de eso: se asume que la vulneración se ha producido, y que se sigue de una conducta de las fiscales para limpiar pruebas favorables a la defensa. A mi me parece que eso es algo diferente que informar, ya que seguidamente se interpela al Fiscal General sobre eso en el Parlamento. Y de verdad que a mi me parece bien que vaya el FGE al Parlamento a explicarse: un órgano político ha de explicarse allí. Pero la patada al Fiscal General se la dan en el trasero a las fiscales y eso no me parece tan bien.
ResponderEliminarJurista, yo recuerdo haberme equivocado en algún asunto en el pasado, cuando estaba en Anticorrupción, valorando mal el alcance de la norma. La consecuencia procesal fue un archivo que no me esperaba. Pero nadie dudó de que yo había actuado de buena fe, aunque erróneamente. No era una causa mediática. En este caso de ahora todo se sale de madre y esas compañeras, que deben estar trabajando sin descanso, me parece que no se merecen estos viajes que todos leemos en los medios.
Creo que nadie en este blog cuestiona que si una intervención telefónica se ha hecho vulnerando derechos fundamentales lo que procede es la nulidad de la misma . Todos estudiamos unas leyes y lo que es más importante y con frecuencia se olvida, juramos o prometimos acatarlas y defenderlas.
ResponderEliminarLo que se cuestiona , yo al menos lo hago, y me indigna, es que se tergiversen los hechos (el titular del otro día era escandaloso, dandole la vuelta a la tortilla y mostrando un mero acto jurídico de salvar la validez de una prueba como un acto político de acoso a un presidente autonómico) con la única finalidad de salvar la cara política de los de un bando, a costa incluso de dañar irreparablemente la imagen de la Justicia. Hoy es la portavoz parlamentaria del PP la que insulta al FGE, diciendo que promovió las escuchas ilegales, pero este verano era la secretaria general del mismo partido la que decía que se les pinchaban ilegalmente los teléfonos... Todo ello sin pruebas, pero creando un clima de confusión pública y de opinión en la ciudadanía que va calando. Y lo peor es que ese daño irreparable se hace por quienes aspiran a estar de nuevo en el poder (y estarán), lo que me hace temblar y pensar si no acabaremos aquí como en la Italia de Berlusconi, con el Jefe de Gobierno insultando a los jueces que osan investigarle. Por ahora es "solo" el Jefe de la oposición el que insulta a los fiscales, pero todo se andará.
Si, Pepe, da mucha rabia. Pero el ataque a los fiscales se ha convertido en una estrategia de defensa. No es solo de aquí. En el Tribunal Internacional los abogados insultaban literalmente al Fiscal. Osea que es algo que además de Berlusconi y algunos de aquí, lo hacen en muchos otros sitios. No veo otra salida que confiar unos fiscales y jueces en los otros (si nos creemos lo que dicen de otros compañeros los políticos o los imputados, ellos ganan), y hacer bien nuestro trabajo. Y no tenerles miedo.
ResponderEliminarSALVA dice que confía sin reservas en los Fiscales del caso (Gurtel) y que conoce a una de ellas, a quien tiene por fiscal muy cuidadosa y concienzuda y no tiene dudas sobre su actitud imparcial en el caso, afirmando, a partir de esa premisa que “la Fiscalía estará politizada, pero los fiscales son una salvaguardia de que las cosas se hacen bien… y me pregunto ¿debemos fiarnos sin mas de los compañeros por el hecho de ser compañeros?, o ¿debemos confiar en los compañeros porque conozco a uno a varios de los que en una Fiscalía trabajan y por extensión debo pensar que todos los demás son iguales?. Yo, y mira que lo siento, al día de hoy no pondría la mano en el fuego por nadie por el mero hecho de ser Fiscal, ni siquiera por mi mismo, o ¿acaso, cuando os hablan de un caso, alguien se interesa por la situación procesal de un amigo en una causa que tu llevas, aunque sea una niñería, no andáis ya luego con el comecome de si estáis actuando mas blando que lo normal porque os han “tocado” o, al revés, como nos han “tocado” me pongo digno y mas pulcro que en la media de mis casos?; ¿acaso, lo primero que hacemos cuando preparamos un juicio no es mirar en la carpetilla de quien es la calificación, porque no es los mismo que sea de Epi o de Blas?; ¿acaso no es una Fiscalía un conjunto de Fiscales que no un ente con vida propia que puede estar politizado o no sin que estigma alguno, en un sentido u otro, alcance a sus miembros?; como influye el factor amistad o conocimiento ¿no estaríamos mas tranquilos viendo la firma de algún otro Fiscal en determinados informes?. En fin, creo que en un “país” donde se han convertido terroristas en hombres de paz y se han calificado leyes de “Guantánamo electoral” por mandos de la política y la Fiscalía no podemos dar por sentado, salvo por mero buenismo, que todo Fiscal es “salvaguardia de que las cosas se hacen bien”, al fin y al cabo el oportunismo político en el campo de la Justicia necesita que un Jurista firme un informe, una calificación, o una sentencia y quienes se prestan a eso por motivos meramente políticos se apartan de lo que considero correcto, mas cuando, con el paso del tiempo, escaso a veces, los ves recibir premios en forma de ascenso, mientras atrás queda el que se negó a encuadernar su Código Penal con el “papel de oficio del Partido Político” de turno. ¡Por favor! ¡que hay compañeros que no han llegado a puestos de relevancia por ser tildados de conservadores o rojos!; los que ocuparon su lugar ¿porqué creéis que lo hicieron, por puros y castos o por ser, en cada caso, rojo o conservador a gusto del mando de turno?
ResponderEliminarPara mi eso que digo y de lo que tu no estás convencido tiene que ver con la presunción de inocencia. ¡Claro que hay gente que ha acreditado con su conducta que no puedes fiarte de ellos!. Pero la regla general (algo que yo veo día a día desde hace muchos años) es que aquí predomina la honradez. Tu me mezclas cosas muy diferentes: yo miro (miraba) la autoría de las calificaciones no porque dudara de la imparcialidad de nadie, sino por otras razones: su competencia o su dedicación. Pero ante una pifia, nunca he pensado que detrás pudiera haber parcialidad. Y creo que no me he equivocado mucho en eso.
ResponderEliminarLupo, si no nos fiamos de que los demás (salvo prueba en contrario) son tan íntegros como nosotros mismos, estamos perdidos.
Lupo, estoy de acuerdo en que una buena dosis de "realismo jurídico" por parte de todos, vendría bien para analizar los hechos. Saludos.
ResponderEliminarestoy de acuerdo con Lupo, hay casos y casos y compàñeros y compañeros, y algunos cambian según el asunto.
ResponderEliminarno creo que las compañeras estén actuando arbitrariamente pero me creo mucho menos que nadie le de instrucciones, que nadie les pregunte...vamos que no creo que estén llevando el asunto sin llamadas ni presiones de la FGE al igual que estoy calificando yo ahora un robo con violencia, tirón sencillito.
Cuando hablas con compañeros con destino en la FGe te cuentan que todos son libres e independientes, lo creo de corazón, pero te dicie nque uno en concreto está muy ligado a la vicepresidenta y ese fiscal manda mucho y es de confianza de la alta jerarquia. este mal ocurre gobierne quien gobierne y da asco.
el problema de la nulidad de esa prueba es interesante, según prensa, porque lo que vulnera el derecho de defensa de un imputado favorece a otro, puede ser una cuestión bonitaa tratar en la sentencia.
Yo no prejuzgo a nadie y ni confío ni dejo de confiar ni creer más que en lo que veo. Tampoco voy ni a valorar el comunicado del CGAE ni afirmar ni negar que alguien haya cometido un error (por cierto, y ¿por qué del fiscal?); debe determinarse en su momento y por quien haya de determinarse, y desde luego que cada palo aguante su vela; valoro la intervención de Una Jurista como ya dije y reitero el interés del debate pero, siguiendo en la línea de mi anterior comentario, lo que desde luego tengo más que claro es que publicar el titular al que ya me referí en los términos que transcribí – y encima luego “rematar la faena” en el editorial nada menos (eso lo ví después) – no es que ponga de manifiesto un severo desconocimiento de la dinámica del proceso penal por el que lo ha escrito, y nulo sentido común por no detenerse a pensar que al último al que interesa que le tumben la instrucción es justamente al Fiscal, sino, antes bien, un evidente dirigismo desinformativo y deformativo.
ResponderEliminarSuscribo una a una las palabras de "Lupo", y añado, que uno de nuestros mayores males es el insufrible corporativismo que nos hace no preguntarnos nunca por la regularidad de la actuación profesional del compañero, por el mero hecho de serlo...Es imposible afirmar que la FGE está completamente politizada, pero que nosotros, los "heroicos fiscales" nos mantenemos incólumes y ajenos a la brega política. Si de verdad fuera así, nuestro Pumpido o Cardenal de turno no lo tendría tan fácil. Siempre hay alrededor del PODER sumisos dispuestos a acatar las órdenes, e incluso, a anticiparse entusiásticamente a éstas, haciéndole muy fácil la labor al jefe.
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